La ciudad de Seattle es devastada por una serie de misteriosos asesinatos.
Y el mar muestra a lo lejos su horizonte, los verdes y el azul que llena todo, las playas y cantiles majestuosos que caen con prisa desde las alturas.
Cuatro años después, el capitán general Valeriano Weyler ordenó el derribo del hospital militar para construir el palacio de Capitanía General y el Ayuntamiento acordó poner su nombre a la plaza.